Las autocaravanas acampan en Salburua..PROHIBIDO POR LA NORMATIVA MUNICIPAL??
DECENAS DE VECINOS APARCAN LOS VEHÍCULOS EN LA CALLE GRACIAS A LA PASIVIDAD DE LA POLICÍA
La proliferación ha coincidido con el 'boom' de robos, por lo que se llegó a pensar que podían pertenecer a los ladrones
VITORIA.
Las calles no son sitio para aparcar autocaravanas. Así lo dicta la
normativa municipal de tráfico, pero el veto parece no tener efecto en
Salburua. Desde la primavera, decenas de ellas descansan sus enormes
traseros a lo largo de todo el barrio. Para los infractores, el
inconveniente de exponer los vehículos a la caprichosa climatología
vitoriana se compensa con creces: disponen a cambio de un
estacionamiento gratuito gracias a la ausencia de OTA, la vista gorda de
la Policía Local y la benevolencia de la mayoría de vecinos, ya que
esta zona de la ciudad todavía no padece un déficit de plazas de
estacionamiento y casi todos los domicilios disponen de garajes
privados. Todo un lujo en una época difícil en la que toca apretarse el
cinturón.
Sin embargo, la explosiva proliferación de
autocaravanas ha llegado a suscitar una preocupación entre algunos
residentes que seguramente no entraba en los planes de estos ciudadanos
con ganas de ahorrar. Al coincidir con el boom de robos en comercios y
garajes, hubo vecinos que se dejaron llevar por la psicosis. "No nos
habían molestado, pero nos empezamos a fijar porque pensamos que podían
pertenecer a los ladrones y que las utilizaban para guarecerse después
de haber cometido sus fechorías o, en el peor de los casos, para darse a
la fuga", reconoce el presidente de la asociación Salburua Bizirik,
Iñigo Lemos. Por eso, el colectivo puso el asunto en conocimiento de la
Policía Local. ¿La decisión del Cuerpo? Investigar todas y cada una de
las matrículas de estos vehículos.
Los primeros resultados han sido
tranquilizadores. Las autocaravanas pertenecen a vecinos del propio
barrio, que prefieren arriesgarse a recibir una multa que pagar los
cerca de 50 euros al mes que cuesta una plaza en un almacén a las
afueras de la ciudad. La crisis alimenta la picaresca y, de hecho, hay
otras calles de la ciudad donde también se han visto estos vehículos
aparcados durante días ocupando plazas muy necesarias para los
automóviles. No obstante, si el escenario resulta especialmente
llamativo en Salburua es por su definido perfil de residente.
Casi todos los vecinos de este barrio son
personas jóvenes, y precisamente el turismo de la casa a cuestas ha
ganado muchos y nuevos adeptos dentro de este colectivo en los últimos
tiempos por su tendencia a viajar mucho pero de la forma más económica
posible. Una autocaravana puede costar desde 7.000 hasta 35.000 euros,
así que, si se elige una opción rentable, basta con hacer turismo de
forma intensiva durante tres años para amortizar la adquisición.
Además, por ahora no parece que el chollo
de aparcar gratis se vaya a acabar. Si bien la Policía Local conoce la
situación por todas las lecturas de matrículas que ha realizado, las
autocaravanas continúan ocupando plazas y plazas por todo el barrio.
Ayer mismo, se podían ver en el parking exterior de Aranzabela, por el
bulevar de Salburua, en Atenas, en París... "No hay una concentración
que pueda llamar la atención en una calle concreta. Son muchas, pero
están diseminadas", explica Lemos. Ni siquiera el robo en uno de estos
vehículos la semana pasada ha cambiado los hábitos de los infractores.
Mientras tanto, el descontrol prosigue en
el único parking de autocaravanas de la ciudad, ubicado al final de
Lakua-Arriaga. Vecinos sostienen que siguen estacionando furgonetas y
remolques, con estancias que se prolongan demasiado tiempo.