El primer control de velocidad media de tramo ya puede multar
Hace unos diez meses os expliqué que el primer
control de velocidad media en España (el mal llamado radar
de tramo) entraba en fase de pruebas en el túnel de Vielha.
Pues bien, dichas pruebas han terminado, y desde ayer 12 de julio el
invento ya puede sancionar.
Como ya dijimos en su día, este tipo de controles de velocidad
pueden fácilmente tener un error de medición inferior a 1km/h, y la
precisión aumenta proporcionalmente a la distancia entre ambos puntos de
medición. Por lo tanto, el margen de error es tan pequeño que permite
multar a quien pase en un sólo kilómetro por hora de la velocidad
máxima permitida.
Además, como lo que mide es el tiempo empleado en recorrer todo el
tramo, no sólo la velocidad puntual, para evitar la multa no es
suficiente con frenar justo antes del radar. Obliga a todo
conductor que no quiera ver disminuido el saldo de su cuenta corrientes
(y el de puntos en su carne) a mantener durante todo el recorrido una
velocidad legal.
Desde Circula seguro siempre hemos defendido que
debemos respetar los límites de velocidad no para evitar multas, sino
para reducir riesgos y minimizar las consecuencias si algo va mal.
Así que, en un mundo ideal, con conductores
concienciados, con límites bien puestos y
bien señalizados (todo sea dicho), este tipo de controles, por
supuesto, no serían necesarios.
Pero como el mundo no es perfecto, por lo menos este tipo de
controles garantiza cierta tranquilidad al no tener que estar
pendiente del velocímetro a aquellos que procuran cumplir con
la normativa. Ya sea para terminar un adelantamiento lo antes posible,
para generar un hueco detrás nuestro y facilitar una incorporación… o
por un simple descuido, un pico de velocidad no aumenta el riesgo de
multa, siempre podemos reducir después durante un corto intervalo de
tiempo para mantener nuestra velocidad media final en
el margen legal.
Eso sí, ojo porque nadie dice que no sigan habiendo controles de
velocidad puntual.
Por cierto, respecto este tema, una vez me hicieron una pregunta.
Pongamos por ejemplo el túnel de Vielha, donde el límite es de 80km/h.
Imaginemos que superamos el límite en 10km/h durante 30 segundos,
durante los cuales recorreremos 0,75km. Para evitar la multa, reduzco a
70km/h. Pero, ¿cuando puedo volver a los 80km/h? ¿Tengo que contar otros
30 segundos, o debo recorrer otros 750m?
La respuesta es muy sencilla: los dos métodos evitarán la
multa. Si te guías por la distancia, de hecho la velocidad
media será inferior a los 80km/h. Si te basas en el tiempo, suponiendo
que lo hagas perfectamente, la velocidad media será exactamente
la legal. Y esto será siempre así, no depende de los números
concretos que hemos puesto.
De todas formas, probablemente sea más fácil contar tiempo que
distancia. Además, este método es más versátil: si
queremos reducir menos la velocidad, podemos calcular fácilmente el
tiempo necesario para evitar la multa. Por ejemplo, si bajamos solamente
la mitad de la velocidad excesiva anterior (es decir, nos ponemos a 75,
sólo 5km/h bajo el límite), el tiempo necesario será justamente el
doble (60 segundos, siempre que no salgamos del tramo controlado durante
ese tiempo).
Dado que pretende garantizar cierta velocidad media durante todo un
tramo, este tipo de cinemómetro resulta idóneo si la intención es
asegurarse que todos los vehículos moderen la velocidad en
aquellos lugares en que existe un riesgo especial. Este es el
motivo por el que este nuevo sistema se ha implementado en el que hasta
no hace mucho era uno
de los túneles más peligrosos de nuestras carreteras. De hecho,
Trànsit tiene previsto instalar sistemas parecidos en otros túneles,
como el del Cadi y el del Bruc.
Sin embargo, por lo menos a mi no me cuesta imaginarme que, en un
futuro, este tipo de controles de velocidad se extiendan a todo
tipo de carreteras. Es cierto que, con la crisis, cada vez
vemos menos vehículos (no oficiales) que circulan de forma consistente
por encima de los 120km/h, pero sin duda esta sería una medida
impopular.
Por ese motivo, y ahora estoy haciendo un poco de política-ficción,
este tipo de medidas sólo se tomarían de alguna forma como contraprestación
al tan cacareado aumento de la velocidad máxima. Imaginad, por ejemplo,
que nos equiparan con nuestros vecinos del norte poniendo la velocidad
máxima a 130km/h.
Es cierto que la velocidad sería superior, lo cual aumenta
cuadráticamente los posibles daños (de 120 a 130km/h, la energía
cinética aumenta en un 17,4%). Pero, por lo menos los (mal llamados)
radares de tramo asegurarían que nadie supera dicho límite durante todo
el recorrido. ¿Creéis que sería preferible?
Hace unos diez meses os expliqué que el primer
control de velocidad media en España (el mal llamado radar
de tramo) entraba en fase de pruebas en el túnel de Vielha.
Pues bien, dichas pruebas han terminado, y desde ayer 12 de julio el
invento ya puede sancionar.
Como ya dijimos en su día, este tipo de controles de velocidad
pueden fácilmente tener un error de medición inferior a 1km/h, y la
precisión aumenta proporcionalmente a la distancia entre ambos puntos de
medición. Por lo tanto, el margen de error es tan pequeño que permite
multar a quien pase en un sólo kilómetro por hora de la velocidad
máxima permitida.
Además, como lo que mide es el tiempo empleado en recorrer todo el
tramo, no sólo la velocidad puntual, para evitar la multa no es
suficiente con frenar justo antes del radar. Obliga a todo
conductor que no quiera ver disminuido el saldo de su cuenta corrientes
(y el de puntos en su carne) a mantener durante todo el recorrido una
velocidad legal.
Desde Circula seguro siempre hemos defendido que
debemos respetar los límites de velocidad no para evitar multas, sino
para reducir riesgos y minimizar las consecuencias si algo va mal.
Así que, en un mundo ideal, con conductores
concienciados, con límites bien puestos y
bien señalizados (todo sea dicho), este tipo de controles, por
supuesto, no serían necesarios.
Pero como el mundo no es perfecto, por lo menos este tipo de
controles garantiza cierta tranquilidad al no tener que estar
pendiente del velocímetro a aquellos que procuran cumplir con
la normativa. Ya sea para terminar un adelantamiento lo antes posible,
para generar un hueco detrás nuestro y facilitar una incorporación… o
por un simple descuido, un pico de velocidad no aumenta el riesgo de
multa, siempre podemos reducir después durante un corto intervalo de
tiempo para mantener nuestra velocidad media final en
el margen legal.
Eso sí, ojo porque nadie dice que no sigan habiendo controles de
velocidad puntual.
Por cierto, respecto este tema, una vez me hicieron una pregunta.
Pongamos por ejemplo el túnel de Vielha, donde el límite es de 80km/h.
Imaginemos que superamos el límite en 10km/h durante 30 segundos,
durante los cuales recorreremos 0,75km. Para evitar la multa, reduzco a
70km/h. Pero, ¿cuando puedo volver a los 80km/h? ¿Tengo que contar otros
30 segundos, o debo recorrer otros 750m?
La respuesta es muy sencilla: los dos métodos evitarán la
multa. Si te guías por la distancia, de hecho la velocidad
media será inferior a los 80km/h. Si te basas en el tiempo, suponiendo
que lo hagas perfectamente, la velocidad media será exactamente
la legal. Y esto será siempre así, no depende de los números
concretos que hemos puesto.
De todas formas, probablemente sea más fácil contar tiempo que
distancia. Además, este método es más versátil: si
queremos reducir menos la velocidad, podemos calcular fácilmente el
tiempo necesario para evitar la multa. Por ejemplo, si bajamos solamente
la mitad de la velocidad excesiva anterior (es decir, nos ponemos a 75,
sólo 5km/h bajo el límite), el tiempo necesario será justamente el
doble (60 segundos, siempre que no salgamos del tramo controlado durante
ese tiempo).
Dado que pretende garantizar cierta velocidad media durante todo un
tramo, este tipo de cinemómetro resulta idóneo si la intención es
asegurarse que todos los vehículos moderen la velocidad en
aquellos lugares en que existe un riesgo especial. Este es el
motivo por el que este nuevo sistema se ha implementado en el que hasta
no hace mucho era uno
de los túneles más peligrosos de nuestras carreteras. De hecho,
Trànsit tiene previsto instalar sistemas parecidos en otros túneles,
como el del Cadi y el del Bruc.
Sin embargo, por lo menos a mi no me cuesta imaginarme que, en un
futuro, este tipo de controles de velocidad se extiendan a todo
tipo de carreteras. Es cierto que, con la crisis, cada vez
vemos menos vehículos (no oficiales) que circulan de forma consistente
por encima de los 120km/h, pero sin duda esta sería una medida
impopular.
Por ese motivo, y ahora estoy haciendo un poco de política-ficción,
este tipo de medidas sólo se tomarían de alguna forma como contraprestación
al tan cacareado aumento de la velocidad máxima. Imaginad, por ejemplo,
que nos equiparan con nuestros vecinos del norte poniendo la velocidad
máxima a 130km/h.
Es cierto que la velocidad sería superior, lo cual aumenta
cuadráticamente los posibles daños (de 120 a 130km/h, la energía
cinética aumenta en un 17,4%). Pero, por lo menos los (mal llamados)
radares de tramo asegurarían que nadie supera dicho límite durante todo
el recorrido. ¿Creéis que sería preferible?